Es difícil que no hayas visto algun vídeo de gatos que se asustan con pepinos. Hay recopilaciones por todo Facebook y por YouTube. El argumento es que el dueño del gato coloca un pepino cerca del animal y cuando éste se da cuenta pega un salto de metro y medio del susto.
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El biólogo Jerry Coyne defiende esta teoría desde su blog:
"Mi hipótesis es que los gatos tienen una predisposición genética a tener miedo de las serpientes —una predisposición inculcada por sus antepasados a través de la selección natural. Es evidente que los gatos salvajes que no tenían tendencia a evitar los objetos largos, finos y desconocidos no habrán dejado tantos genes como los que sí tenían el reflejo del sobresalto"En realidad no está tan claro que sea una fobia instintiva a las serpientes lo que active el susto. Roger Mugford, especialista en comportamiento animal, cree que es miedo a lo desconocido en general:
"Creo que la reacción se debe a la novedad y lo inesperado de encontrarse con un objeto inusual, secretamente colocado mientras tenían sus cabezas sumergidas en el plato de comida. (...) Sospecho que habrían tenido la misma reacción con una araña de juguete, un pez de plástico o una máscara con un rostro humano"
Lo cierto es que a pesar de que esta reacción puede parecer graciosa, para expertos puede causarle un trauma permanente a nuestra mascota. Así lo afirmaba Lara Chan, técnica de un hospital para gatos, dice en una entrevista:
"Si le has gastado esta broma a tu gato, es posible que sin darte cuenta le hayas inducido un miedo permanente a los pepinos. Reaccionan así porque creen que algo les va a hacer daño. Y lo estás provocando tú, en tu casa, donde deseas que se sientan seguros y protegidos".
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